Un edificio Passivhaus o casa pasiva es aquel construido para mantener unas condiciones de temperatura ideales en su interior logrando un ahorro energético que oscila entre el 80% y 90% respecto a una vivienda convencional, tanto en invierno como en épocas estivales.
Esto se logra a través de cinco principios: aislamiento continuo, construcción hermética, ventanas optimizadas, ventilación equilibrada y mecánica mínima (vistos más adelante). En España, Medgon ayuda a enseñar, certificar y hacer que la construcción pasiva se generalice.
La Energía más barata es aquella que no se consume
Por lo tanto, es un conjunto voluntario de estándares de construcción que tiene como objetivo crear casas y otras estructuras que sean cómodas y saludables pero que consuman muy poca energía. Ofreciendo resultados muy tangibles: lo último en eficiencia energética.
¿De dónde surge?
Aunque es ahora cuando está cobrando un especial protagonismo en España, este estándar de arquitectura nació en Alemania a principios de los años 90.
Fue desarrollado por el ingeniero estructural sueco Bo Adamson y el físico Wolfgang Feist inicialmente como una conversación en 1988; la serie de proyectos de investigación que siguieron condujo a los principios y objetivos de desempeño recomendados.
Adamson y Feist tenían su sede en Europa, pero sus estudios comenzaron investigando proyectos norteamericanos de la década de 1970 que respondían al embargo petrolero.
Uno de los proyectos seminales que analizaron fue la Casa de Conservación de Saskatchewan, que ayudó a ser pionera en viviendas energéticamente eficientes y abrió el camino hacia los estándares de construcción.
En los últimos 10 años ya se han creado más de 60.000 edificios en Europa con el estándar de Passivhaus (residencias unifamiliares y multifamiliares, escuelas, fábricas, museos, centros comerciales y edificios de oficinas). Nuevos o rehabilitados.
Principios de una casa pasiva
Su diseño se basa en 5 principios:
Preguntas frecuentes
¿Las casas pasivas necesitan calefacción?
Siempre se necesita calefacción, pero mucho menos calefacción que una casa estándar. Si una casa es hermética y está bien aislada, el ambiente interior permanecerá más cálido (o más frío) por más tiempo, como un buen termo que mantiene la temperatura de su interior.
¿Las casas pasivas se parecen entre sí?
No, no están vinculadas a ningún estilo específico. Pero sí que tienen características definitorias similares, como las paredes gruesas (que permiten un súper aislamiento) y ventanas con varias capas de acristalamiento. En cuanto al diseño, toman muchas formas, desde tradicionales hasta las más modernas, y desde simples hasta complejas.
¿Cuáles son otras cualidades que definen las casas pasivas?
Las casas pasivas son extremadamente cómodas: la temperatura interior no fluctúa de un mes a otro y no hay corrientes de aire. Son muy silenciosas gracias a su aislamiento y ventanas. También están limpios de partículas porque el aire se filtra.
¿Cómo afecta la hermeticidad a la eficiencia energética?
Cuando una casa es hermética, el ambiente interior se puede mantener sin que el aire acondicionado o la calefacción funcionen con tanta frecuencia. Si una casa tiene goteras, es como tener una ventana abierta con el aire acondicionado funcionando. (Dicho esto, no tiene que vivir cerrado herméticamente: puede dejar ventanas y puertas abiertas en una casa pasiva).
¿Cuál es la parte más desafiante de construir una casa pasiva?
El ser riguroso con los detalles de instalación que se necesita para lograr el estándar de rendimiento. Puede gastar mucho tiempo y dinero en elegir opciones energéticamente eficientes, pero si no están bien instaladas, es un esfuerzo desperdiciado.
La forma correcta de construir según el estándar de una casa pasiva implica trabajar con un consultor para casas pasivas. El proceso incluye el uso de software de modelado para predecir cómo funcionarán todas las especificaciones una vez construidas.
El modelado también forma parte del proceso de certificación. Luego, durante la construcción, todos los componentes se documentan en fotografías medidas para demostrar que el proyecto se construyó según lo diseñado. ¿Hablamos?
¿Es más caro construir una casa pasiva que una casa estándar?
Sí, se estima que la construcción de casas pasivas cuesta entre un 10 y un 15 por ciento más que los costos de construcción estándar. Dicho esto, al reducir drásticamente los costos de energía, las casas pasivas hacen ahorrar a los propietarios una cantidad considerablemente a lo largo del tiempo.
Ventajas de tener una casa pasiva
- Equilibrio térmico sin precedentes. Debido a la gruesa capa de aislamiento y eliminación de puentes térmicos, no hay puntos fríos ni calientes. Las temperaturas son estables y constantes en toda la casa.
- Un entorno saludable, con un aire interior de calidad. El sistema de ventilación garantiza el suministro de aire fresco y limpio durante todo el año. El aire se renueva silenciosamente sin corrientes a todos los espacios ocupados, y expulsa el aire viciado donde existe humedad u olores.
- La tranquilidad de cero ruidos del exterior gracias a un aislamiento acústico perfecto. El triple acristalamiento y aislamiento más grueso reduce mucho el ruido exterior.
- Una casa asequible, con costos de energía y mantenimiento significativamente reducidos. El día a día se hace más económico que en las viviendas convencionales.
- Las casas pasivas son resistentes frente a los cambios en los precios de la energía, la tecnología y el cambio climático, proporcionando una garantía de asequibilidad a largo plazo.
- Valor de mercado. Los edificios eficientes y de alta calidad tienen actualmente un valor más alto, por lo que es una inversión mucho más segura.
Edificios que cuidan de personas
Los edificios passivhaus que fabrica Medgón constituyen todo un ejemplo de sostenibilidad. No únicamente en el plano económico, sino también en el social y el medioambiental. Uno de los objetivos de Medgón es que «las personas que habitan los edificios que fabricamos vivan mejor, gastando menos energía«.
La madera utilizada para fabricar nuestras estructuras, el tipo de aislamiento usado, el sistema de ventilación o los grandes ventanales que facilitan la incidencia de la luz solar ayudan a prevenir y reducir enfermedades e infecciones de las vías respiratorias. «Antes nosotros cuidábamos de nuestras viviendas, ahora son ellas las que cuidan de nosotros».
